Este es un blog que quiere hacer llegar cuentos diferentes a todos aquellos que los quieran leer.

sábado, 12 de enero de 2013

CORREO URGENTE A PAPÁ NOEL


Este cuento está dedicado a mi sobrina Claudia, que tiene cuatro añitos. Siento mucho no haber podido publicarlo antes, pero bueno, lo importante es que ya está aquí. Espero que todos  lo disfrutéis, aunque ya no sea Navidad.


CORREO  URGENTE A PAPA NOEL


Había llegado el invierno  y hacía mucho frío en la calle. Esa tarde, Claudia había decidido jugar con Guille, su hermano pequeño. Como estaba algo resfriado, decidió que era el momento de que viniera la “ Doctora Claudia”.
Cogió todo su instrumental y fue a la habitación de su hermano.
—Guille, túmbate en la cama que estás muy enfermo y tengo que cuidarte—ordenó Claudia a su paciente.
Guille, al que le encantaba jugar con su hermana mayor, se tumbó en la cama y dejó que Claudia le midiera la temperatura.
—¡U y! Estás muy caliente—comprobó Claudia mientras le tocaba la frente—te voy a poner el termómetro mientras te preparo una sopa.
Guille no paraba de reírse, su hermana le hacía cosquillas con el termómetro.
—Estate quieto, así no puedo curarte.
De repente llamaron al timbre.
—¡Tata, tata!—gritó Guille mientras salía corriendo de la habitación. Claudia siguió a su hermano hasta la puerta.  Acababa de llegar Laura, la mayor de los tres hermanos.
—Corre, Laura. Ven a jugar con nosotros. Estoy curando a Guille y hay que ponerle una inyección.
Enseguida Laura se unió a sus hermanos.
—¡Chicos!—gritó su madre desde el salón—¡Venid a ayudarme!
Los tres hermanos fueron corriendo al salón.
—¿Qué quieres, mamá?—preguntó Claudia.
—Papá ha ido a buscar un árbol de navidad y mientras regresa, nosotros cuatro vamos  a decorar la casa.
—¡BIEN!—gritaron todos dando saltos de alegría.
Comenzaron a sacar adornos de unas grandes cajas que había en el salón. Lo primero que pusieron fue el belén. Había un montón de figuritas: pastores, ovejas, una vaca, un buey, una mula... Guille estaba muy ilusionado, corría de un lado a otro con las figuras de los reyes magos.
—¡Guille, para!—le decía Laura—. Vas a romperlos.
Mientras, Claudia y su mamá colgaban espumillón de las ventanas.
Cuando su padre llegó a casa con el árbol, todos se quedaron boquiabiertos. ¡Era enorme! Los tres hermanos se pusieron como l­­­­ocos a colgar los adornos. Había bolas de muchos colores, muñecos de nieve, campanas, estrellas y mucho, mucho espumillón. Cuando terminaron, ya se había hecho de noche.
El papá de Claudia encendió las luces del árbol y el pequeño salón se iluminó por completo.
—¡Felicidades, niños! Habéis hecho un gran trabajo.
Bueno, Guille no pudo verlo, ya que se había quedado dormido en el sofá. Estaba agotado.


Ya faltaban pocos días para Navidad y Claudia y sus hermanos contaban los días para que llegara Papá Noel.  Pero de repente, Claudia comenzó a ponerse nerviosa.
—Mama, ¿cuánto tarda una carta en llegarle al Papá Noel?
—No se. Una semana, supongo.
—¿Y cuántos días faltan para que venga Papá Noel?
—Tres días—respondió su mamá muy intrigada—. ¿Qué te pasa Claudia?
—He olvidado pedirle a Papá Noel el gatito Kukicat, y me hacía mucha ilusión tenerlo—respondió Claudia con cierta tristeza en la voz.
—No te preocupes, seguro que encontramos una solución—le dijo su madre intentando animarla.
Esa misma tarde, Claudia y su mamá fueron a la oficina de correos que había cerca de su casa y le contaron lo que había ocurrido al señor cartero.
—No te preocupes, pequeña—le contestó el cartero mientras le entregaba una carta en la que ponía “Correo Urgente para Papá Noel”—. Esta noche, antes de irte a dormir, debes encender una vela roja y ponerla en la ventana. Y junto a la vela debes colocar esta carta con la petición para papá Noel.
Claudia se quedó mirando el papel en blanco y comenzó a sonreír.
—De esta forma, los duendes que trabajan para Papá Noel irán a recogerla y llegará a tiempo al polo norte, que es donde vive Papá Noel.

Así es como esa misma noche, Claudia, ayudada por su hermana, escribió la carta y la dejó en la ventana, junto con la vela encendida.
Ya era muy tarde y Claudia estaba dormida en su cama, cuando de repente, Guille la despertó.
—¡Claudia, despierta! Los duendes  están aquí. Corre, ven a verlos.
Claudia y su hermano se acercaron a la ventana, sin hacer ningún ruido, ya que no querían asustar a los pequeños duendes.
—Míralos, están ahí. ¡Qué bonitos! —dijo Claudia muy emocionada.
En ese mismo momento, uno de los pequeños duendecillos se giró y saludó a los hermanos que, con cara de sorpresa, le devolvieron el saludo. El pequeño duende y  sus dos compañeros cogieron la carta, subieron a un pequeño trineo  y se fueron volando.

A la mañana siguiente, Claudia se levantó muy pronto y fue corriendo a la ventana. La carta no estaba. No había sido un sueño, había ocurrido de verdad. Enseguida llego Guillermo que no paraba de reír.
—¡Hemos visto a los duendes de Papá Noel!—gritaba  dando saltos por toda la habitación—¡Hemos visto a los duendes de Papá Noel!


Y llegó el día de Navidad, y los tres hermanos  se despertaron muy temprano. Fueron corriendo al salón y  encontraron el gran árbol de navidad rodeado de un montón de juguetes. Y en el centro, una bonita caja con un cartel que decía:

ENVIO  ESPECIAL  DE
PAPA    NOEL

FELIZ      NAVIDAD

domingo, 6 de enero de 2013

PRÓXIMAMENTE CORREO URGENTE A PAPA NOEL

Hola a todos,

Hace mucho, mucho tiempo que no escribo nada en el blog. Bueno, ya sabéis los complicado que es sacar un poco de tiempo entre el trabajo, la casa y los niños. Pero muy pronto publicaré un pequeño cuento que he escrito para mis sobrinos. Se titula "Correo urgente para Papá Noel". Espero poder publicarlo en un par de días. Y para todos, FELIZ DIA DE REYES. Espero que os hayan traído muchos regalos y que todos podáis comer un gran Roscón de Reyes.